IMPORTANCIA HISTÓRICA DE LA SUBLEVACIÓN DE AREQUITO
por Alfredo Ghiselli
Es necesario que se conozca y valore mejor la importante significación que tuvo en el país la sublevación del Ejército del Norte el 8 de enero de 1820 en inmediaciones de lo que era entonces la Posta de Arequito:
Después del 25 de mayo de 1810, en que se creó el primer gobierno patrio, y luego en 1816 con la Declaración de la Independencia, el país no sólo debió enfrentar las contraofensivas militares del gobierno español para recuperar sus dominios liberados, sino también la organización política, jurídica , económica, etc, del vasto territorio que abarcaba el Virreinato del Río de la Plata, donde se entrecruzaban opiniones, intereses y enfrentamientos, originando la inevitable anarquía, que tanto dificultó la concreción del principal objetivo de la independencia adquirida, que era lograr la unidad y organización jurídica del país emergente.
Sin entrar a detallar o analizar los pormenores del levantamiento militar, quiero sólo destacar las causas que lo provocaron y las consecuencias inmediatas y posteriores que incidieron en el destino político, federalista y democrático, que felizmente y tras décadas de conflictos internos se logró imponer en la Constitución de 1853.
Todos los historiadores están de acuerdo en que el principal motivo de la Sublevación de Arequito nació del malestar que ocasionaba en la mayor parte de oficiales y tropa, el hecho de tener que abandonar la defensa de la frontera norte contra el principal enemigo, que eran los españoles, y en su lugar atacar a las provincias del Litoral.
Esto demuestra que la mayoría de la población tenía un claro sentido de hermandad provinciana y una firme convicción sobre la autonomía e igualdad de derechos que debían tener todas las regiones, frente a los privilegios, intereses y proyectos que manejaba la oligarquía portuaria.
En otro sentido, poco después de la acción de Arequito tuvo lugar la batalla de Cepeda (1 de febrero de 1820) donde el ejército de Buenos Aires, al mando de Rondeau, fue fácilmente derrotado por las fuerzas Federales de Ramírez y López, dando lugar al Tratado del Pilar, celebrando una alianza claramente federalista entre Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos, como consecuencia indudable del motín de Arequito y la desobediencia de San Martín que no acató la orden del Directorio de acudir con su Ejército de los Andes en auxilio de Buenos Aires.
Para esa actitud clara del mayor prócer de nuestra independencia, de no luchar contra hermanos, traducía el sentimiento de la población, de sus caudillos y de la mayoría de los hombres y mujeres que no actuaban con intereses personales o sectoriales, sino con los ideales de crear un país con autonomía e igualdades regionales, la acción de Arequito fue un emblema que gravitó con fuerza en el espíritu de los constituyentes de 1853.
Por eso es necesario rescatarla del olvido y rendirle el homenaje que se merece declarándola Fecha Histórica Nacional. ¡Salve 8 de enero de 1820!